Bautismo
El bautismo que práctico Juan el Bautista era un bautismo que perteneció a un tiempo en particular, al del Antiguo Pacto, que por cierto se estaba acercando a su final. Este bautismo fue conocido como bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados.
De acuerdo al Nuevo Pacto, hay dos tipos de bautismo: el bautismo en agua y el bautismo en el Espíritu Santo.
El bautismo en agua es por inmersión, y se realiza en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, de acuerdo a las instrucciones que el Mesías le impartió a sus discípulos: Mateo 28/19: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo…”
Es un momento único en la vida del creyente, tiene un profundo significado, que la persona ha aceptado su nueva vida en Jesús y ha dejado atrás el viejo hombre, con sus viejos caminos y vida, en otras palabras tiene un simbolismo, que la persona que entra al agua es una y muere, la que sale del agua es una nueva persona, renovada en Jesús. En cuanto al otro bautismo en el Espíritu Santo, hay que recordar que Juan el Bautista dijo acerca de Jesús: Mateo 3/11: “Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.”
Y Jesús después de su resurrección, le dijo a sus discípulos: Hechos 1/4-5 “Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.”
Y los primeros creyentes fueron bautizados en el Espíritu Santo en el día de Pentecostés.