Las dos bestias proféticas
El estudioso de los tiempos finales encontrara en el capitulo XIII del libro de Revelaciones o Apocalipsis, que llegado el momento, surgirán dos personajes que han sido, con la antelación de los milenios, previamente identificados, nombrados y definidos. Dicho capitulo XIII habla del surgimiento o advenimiento de dos bestias proféticas, Revelaciones 13:1-2 “…y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo. Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad.”
Revelaciones 13:11 “Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón. Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada.”
¿Pero quienes son estas bestias? Y ¿porque son dos? El hecho de que sean dos tiene el antecedente de que así como el Mesías Jesús fue precedido por Juan el Bautista, para prepararle el camino, solo que llegado el momento Juan el Bautista tuvo que menguar y el Mesías brillar, ósea que apareciendo uno debía desaparecer el otro, del mismo modo en los tiempos finales serán dos los que vendrán, solo que ellos estarán y trabajarán juntos, por un lado tendremos una bestia que gobernara el mundo, que se sentará en el trono del dragón, y ese dragón ya esta claramente identificado que es Satanás tal como lo revela Apocalipsis 12/9: “ Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero”; y por otro lado, habrá una segunda bestia, quien tiene como misión primero, preparar el mundo para el advenimiento de la primera bestia, y segundo, que una vez que aparezca, el mundo le reciba, crean en él y le adoren.
Así que, como se puede apreciar, el libro de Revelaciones no habla de ningún “anticristo”, sino de dos bestias proféticas, que llegado el momento ocuparán su lugar en la historia…
