¿La Luz de Dios porque no se agota?
Para responder esa pregunta hay que trascender el espacio y el tiempo y por ende trascender nuestro plano, y entender una serie de principios que rigen un plano superior y elevado, donde las reglas, normas y principios que lo rigen son otros, y para empezar debemos entender que Dios no se rige por el Tiempo, Dios es Eterno, y desde el momento de que Dios es Eterno, eso significa que todo lo que pertenece a EL, todo lo que es parte intrínseca de EL, todo lo que es parte de su Esencia, tiene ese elemento de eternidad, y existe una Luz única, extraordinaria, bella y maravillosa que es parte de Dios, porque Dios es Luz, y esa Luz es eterna, porque Dios es Eterno, pero eso no ocurre con las demás luces que conocemos tal como la luz del sol o la luz de las estrellas, ya que todas esas luces que EL creo, tuvieron un inicio, y por tanto pueden agotarse, apagarse, ya que por ejemplo, en la historia del universo, hay estrellas que se apagaron; así que en definitiva, de EL proviene y emana una Luz que no mengua, ni se agota ni se acaba, que es eterna y que ilumina y resplandece en todo su Reino de Luz y que un día va a volver a iluminar todo el universo.
Apocalipsis 21/23. “La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.”
