La señal del profeta Jonás
La única señal que El Mesías Jesús les dio a los escribas y fariseos de que era el Mesías prometido, fue la enigmática señal del profeta Jonás, que muchos hasta el día de hoy no entienden.
En Mateo 12/38-40 se describe lo siguiente: “Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal. Él respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.”
La enigmática señal del profeta Jonás, era una señal única, ya que para cumplirse, puede decirse en lengua común, requería que el Mesías muriese, y no solo eso, sino que permaneciese muerto tres días y tres noches, ni un día más ni un día menos, ni una noche más, ni una noche menos, debía ser precisa (algunos la consideran como exacta en términos espirituales, de allí que hasta el día de hoy se diga que fue una señal en los Tiempos), ósea que no bastaba con que extraordinariamente resucitase, ya de por si eso era algo único y sublime, sino que tenía que resucitar a los tres días y tres noches, de no ser así, de no cumplirse fiel y cabalmente dicha señal en esos términos, significaba que Jesús enfrentaría el problema de su legitimación como el Mesías prometido.
Pero según la tradición (humana) religiosa y dogmática aceptada y creída por la mayoría de las personas, el Mesías Jesús fue (supuestamente) crucificado un viernes por la tarde, resucitando el domingo en la madrugada, entonces hay que preguntarse ¿y dónde quedaron los tres días y tres noches de la señal? (Claves de la Verdad) ya que de una simple y sencilla suma (Contada de días) cualquiera sabe que no median tres días y tres noches entre la tarde del viernes y la madrugada del domingo, y la señal tenía que cumplirse infaliblemente.
Entonces empezaremos por lo más básico y elemental, sabemos y tenemos por ciertísimo que el Mesías Jesús murió alrededor de la hora novena (Mt.27/45), eso equivaldría a las 3:00 P.M., y que resucito antes de que las mujeres llegaran al sepulcro el primer día de la semana, así que una simple suma nos da como resultado que el Mesías Jesús no murió un viernes por la tarde, porque si hubiera muerto un viernes por la tarde tendría que haber resucitado obligatoriamente un lunes por la tarde (segundo día de la semana) para que se cumpliese la señal. Y tampoco pudo morir un jueves en la tarde porque tendría que haber resucitado en la tarde del domingo, ósea en la tarde del primer día de la semana.
Así que el único día que queda es el día miércoles, ya que si Jesús murió el día miércoles (el cuarto día de la semana) alrededor de la hora novena y resucito el séptimo día de la semana (el Sabbath) también alrededor de la hora novena, todo tiene sentido y encaja perfectamente, ya que las mujeres cuando fueron muy de mañana a visitar el sepulcro vieron que la piedra ya había sido removida y el cuerpo de Jesús ya no estaba, ósea que las mujeres no presenciaron la gloriosa y majestuosa resurrección del Mesías porque esta ya había acontecido.
Relata Lucas en 24/1-3: “El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. Y hallaron removida la piedra del sepulcro; y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús."
También tenemos por ciertísimo, como hecho histórico, como verdad irrefutable que Jesús observo la pascua, no la observo un día antes como algunos piensan o creen, o que observo una pascua simbólica como dicen otros (con el propósito de hacer encajar la profecía de los tres días y tres noches a su conveniencia) y al afirmar eso lo que están diciendo es que Jesús incumplió la Ley, que incumplió la estricta observancia de la fiesta de la pascua, cuando las Sagradas Escrituras claramente dicen que los discípulos de Jesús, que ignoraban que su maestro estaba por ser capturado, le preguntaron donde debían celebrar la pascua; segúnMarcos 14/12: “El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, cuando sacrificaban el cordero de la pascua, sus discípulos le dijeron: ¿Dónde quieres que vayamos a preparar para que comas la pascua?
Así que Jesús observo diligentemente la fiesta de la pascua así como todas las demás fiestas de Dios, porque Jesús cumplió perfectamente la Ley, y uno de los mandatos de la ley era celebrar en su tiempo las fiestas santas de Dios, Lucas 22/14: “Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles. Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca.
Asimismo, tenemos por cierto, que los hechos del arresto, de los juicios, de la crucifixión y muerte del Mesías Jesús se dieron ese mismo día en que Jesús celebró la pascua con sus discípulos, ya que hay que recordar, que Dios estatuyo que el día comenzase al ocultarse el sol, no a la media noche (00:00 horas) como lo hace el hombre en su rebeldía a Dios.
Dicho lo anterior, se preguntaran ¿cómo es posible que Jesús haya muerto un día Miércoles? si el día siguiente a la crucifixión era día de reposo tal como se desprende de la lectura de Juan 19/31: “Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí.
El pasaje dice que ese día de reposo era un día de reposo de “gran solemnidad” eso significa que no era el día de reposo normal correspondiente al séptimo día de cada semana en cumplimiento del cuarto mandamiento de la Ley de Dios, sino que era uno de los reposos anuales, y en este caso, correspondía al primer día de la fiesta de los panes sin levadura, ya que ese día había Santa Convocación y no debía hacerse trabajo alguno.
Levítico 23/6-7 “Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura al Eterno; siete días comeréis panes sin levadura. El primer día tendréis santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis. Y ofreceréis al Eterno siete días ofrenda encendida; el séptimo día será santa convocación; ningún trabajo de siervo haréis." Así que, por eso decimos que el día siguiente a la crucifixión, era el primer día de la fiesta de los panes sin levadura.
Ahora bien, es necesario aclarar que en aquel entonces, en tiempos de Jesús, varios siglos después de Moisés, ambas fiestas, la Pascua y la Fiesta de los Panes sin Levadura se entendían como la misma cosa, a pesar de que cuando Dios las instituyo, lo hizo como dos fiestas diferentes.
Y eso hay que tenerlo bien claro, por eso vemos que en Lucas 22/1 dice: “Estaba cerca la fiesta de los panes sin levadura, que se llama la pascua.”
Así que, estaba por comenzar el gran día de reposo, al ocultarse el sol ósea el quinto día de la semana, que sería el día jueves y no el sábado,(aunque a la verdad la pascua en si misma era Santa Convocación).
Pasado ese día de reposo, las mujeres, el día viernes (sexto día de la semana), compraron y prepararon las especias aromáticas para preservar el cuerpo de Jesús, y posteriormente descansaron el día de reposo de conformidad al cuarto mandamiento.
Marcos 16/1: “Cuando paso el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacob, y Salome, compraron especias aromáticas para ir a ungirle."
Lucas 23/56. “Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento." Como podemos ver en estos dos pasajes, se mencionan dos días de reposo distintos y ambos fueron guardados por las mujeres.
Así que, la enigmática señal del profeta Jonás se cumplió fiel e inexorablemente y el Mesías Jesús resucito a los tres días y tres noches, Gloria a Dios en las Alturas.